Inicio Actualidad Qué es de tu vida?

Qué es de tu vida?

1303

Así como permanentemente se suman nuevos vecinos a nuestras vidas, también decenas de herenses han emigrado hace años y tenemos pocas noticias de ellos.

En esta sección nos proponemos contarles qué hacen, dónde viven y qué recuerdos tienen de nuestro pueblo.

Hoy comenzamos con Daniel González, como lo conocen en Lobos donde vive actualmente o en Río Gallegos, donde residió hasta el 2015 cuando se jubiló como bombero de la Policía Federal.

Para nosotros será siempre el “cabezón” González, el nieto de Don Albino, aquel mítico heladero de nuestra niñez, el que tenía la heladería en la esquina de 25 y Pordomingo. “Yo también vendí helados por la calle, pero cuando ya eran industrializado. El abuelo tenía el negocio frente a lo que era la Tienda San Miguel, me acuerdo que tenía una cortina hecha con corchos que separaba la casa del negocio y un banco afuera que, cuando uno se paraba en una punta, el que estaba sentado en la otra, terminaba en el piso”, recuerda.

Nos reencontramos con él en ocasión del 50 aniversario de nuestros bomberos, una actividad que reconoce que comenzó como un hobby para él y que terminó convirtiéndose en su profesión.

En el 77 entré en el cuerpo de bomberos de la Policía Federal y estuve destinado en el cuartel de Versailles (Liniers) hasta que salió una vacante en el aeropuerto de Río Gallegos, pedí el traslado y allá fuimos con la familia, aunque de Las Heras me había ido en el 81 y ya vivía en Lobos, de donde es Analía», cuenta.

Con ella formaron una familia con cuatro hijos y otros tantos nietos. Agustín, quien nació cuando aún vivían en Las Heras, reside en el sur argentino donde tiene su familia. La mayor de sus hijas se radicó en Mercedes y los dos más chicos están en Lobos, donde actualmente vive la familia, ya que él, tras dejar la fuerza, regresó a la tierra de su esposa y allí despunta el vicio trabajando en los bomberos de esa ciudad, en la parte administrativa que fue en la que se especializó mientras estaba en el aeropuerto de la Capital santacruceña.

Después de hacer el servicio militar, estuve trabajando un tiempo en la vieja Denak Bat, mientras hacía los trámites para entrar en la Federal. En seguridad había vacantes, pero en bomberos, no y yo quería entrar ahí, hasta que en el 77 rendí el examen y entré. Me acuerdo que fuimos con el querido y recordado Miguelito Carranza y él no pudo entrar porque en el examen físico le descubrieron que era daltónico, una pavada, pero se quedó afuera”, nos dice, mientras no deja de saludar gente en la fiesta de bomberos, entre ellos un colega de Lanús, con quien compartió su actividad en el cuartel de Flores y que fue quién trajo la primera unidad que tuvieron nuestros bomberos, la legendaria Chiva.

Dice no venir mucho a nuestra ciudad, pero que cuando lo hace, pasa a visitar a su hermano, quién tiene la bicicletería en la vieja casa familiar sobre la 25 de Mayo, no puede evitar darse una vuelta por el cuartel, tan diferente de cuando lo dejó, hace ya 35 años y reencontrarse con decenas de amigos de aquellos años de la juventud.