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El desafío de la montaña: cumbre o muerte

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Como todos los años, cada vez que tiene vacaciones, Luis Codsi suele enfilar para el lado de la cordillera buscando nuevos desafíos. 

El 2020 no sería diferente, aunque a mediados del año pasado, por una crisis que hubo en la empresa en la que trabaja, tuvo otras dos semanas de vacaciones y aprovechó para hacer un recorrido por la yunga jujeña.

“Tenía sólo quince días en enero, por lo que me puse en contacto con Alejandro, mi amigo mendocino, para hacer algo corto. Me propuso ir al volcán Maipo que está en la frontera argentino – chilena, cerca de San Carlos y Tunuyán. Eran algo más de cinco mil metros (5323m), pero lo podíamos hacer en tres días. El 1º de enero a la tarde salí para Mendoza” dice Peto en nuestra redacción, para contarnos del frustrado ascenso al Maipo que terminó en el Franke.

“Alejandro me estaba esperando en la terminal y fuimos a su campo en Chacras de Coria. Allí estuvimos todo el viernes preparando los elementos y las raciones para el viaje. Vamos embolsando cada ración para el desayuno y el almuerzo que se comen en plena caminata. La cena es diferente porque a la noche estamos en el campamento y nos cocinamos”, cuenta este deportista herense que a los cincuenta años sigue participando en pruebas de atletismo de fondo y torneos amateurs de tenis, aunque en más de una oportunidad nos dijo que si tuviese que elegir, no cambia la montaña por nada del mundo con sus varios ascensos a cuesta, muchos de ellos en el Cordón de Plata, donde terminó este año, o en los seis miles de Catamarca.

Lo cierto es que el sábado 4 Luis y Alejandro cargaron el pesado equipaje en la camioneta de este y pusieron rumbo al departamento de San Carlos en el centro oeste mendocino. Así llegaron hasta la Laguna del Diamante, último sitio al que se puede acceder en vehículo y armaron el campamento para iniciar, a la mañana siguiente,  el ascenso que les demandaría otros dos días de marcha.

La Laguna del Diamante es un espejo de agua en el que se refleja el volcán dando la impresión de la mencionada piedra preciosa. “ Es un lugar increíble, un paraíso para los pescadores porque está repleto de truchas, pero nosotros no mirábamos el agua, sino el cielo”, nos cuenta Peto sobre la tormenta que comenzó a formarse en las altas cumbres y que se fue expandiendo por toda la cordillera. “No sabíamos qué hacer, pero cada minuto se ponía más feo hasta que decidimos desarmar el campamento y abortar el ascenso. Menos mal porque se vino una tormenta de viento y nieve que hizo estragos en toda la cordillera mendocina, voló campamentos enteros y muchos montañistas tuvieron que regresar a sus campamentos base”., dice Peto quien también debió cambiar de plan.

“No daba para volver al Maipo y Alejandro me propuso que hiciera el Franke del Cordón de Plata, el ya lo había hecho, por lo que me llevó hasta la base y arreglamos que me pasaría a buscar al regreso”, explica Peto sobre este ascenso que tendría características muy particulares- “En principio, al ir sólo tenés que llevar mucho más equipaje que cuando vas en pareja o en grupo, porque ahí  lo podés distribuir entre los montañistas. Hay que llevar la carpa, bolsa de dormir, abrigos, comida, todo”.

Así fue como, al día siguiente inició el ascenso que: “Habitualmente se hace en dos días, pero el clima estaba espectacular y arranqué a las tres de la mañana. Caminé hasta las tres de la tarde, prácticamente en solitario porque no había montañistas ese día, salvo un grupo con el que me encontré a poco de llegar y con los que  hicimos cumbre. Fue buenísimo porque por el GPS estaba cerca, pero veía una cornisa arriba y parecía que me quedaban como dos horas de viaje, siempre para arriba porque el Franke tiene eso, siempre para arriba, sin descansos. Lo cierto es que dí vuelta en el camino y me encontré con la cruz de la cumbre. Ya había llegado, a los pocos minutos llegaron los otros chicos. Estuvimos en la cima unos cuarenta minutos, sacamos las fotos y regresamos por otro camino que es más directo. A la base llegué como a las 7 de la tarde. Había caminado 16 horas” nos cuenta mientras hace nuevos planes que por ahora son algunos torneos de tenis y pruebas de fondo entre 10 mil y 21 km. 

“El lema del montañista es cumbre o muerte”, pero tomamos todos nuestros recaudos y el primero de ellos es estar en forma cuando se inicia cada escalada. De todas maneras, disfruto estando en actividad”, nos termina diciendo.