Inicio Actualidad Cada vez que podemos, nos escapamos a la Argentina

Cada vez que podemos, nos escapamos a la Argentina

911

The Villages es algo así como “El Pueblo”, una población ubicada en la mitad de la península de la Florida. Pero claro está que no es un pueblo, como nos podemos imaginar nosotros, porque The Villages tiene carca de 80 mil habitantes y es una población de características muy particulares, ya que es un lugar muy elegido por los norteamericanos cuando se jubilan.

Ubicado en el condado de Sumter, The Villages es una ciudad que los norteamericanos reconocen como “de retiro”, a tal punto que la población, en los últimos diez años creció casi un 60%, pasando de poco más de 50 mil habitantes a los 79 mil actuales.

“Acá son todos viejos – bromea Alfredo Azaro, uno de los cinco herenses que viven en The Villages. Los otros cuatro son Victoria, su esposa, y los pequeños Alfredo (11), Adolfo (9) y Antonio (7). Tiene todos los servicios de una ciudad, pero la naturaleza y la paz de un pueblo, por ello muchos, cuando se jubilan, se instalan aquí, aprovechando, inclusive, una de las mejores cosas que tiene Florida, su clima. Si bien tenemos las cuatro estaciones, el invierno de acá es más templado que una primavera de allá”.

El Pueblo se encuentra a una hora y media en auto de las playas que rodean a la península, ya sea en el Golfo de México, como en el Mar Caribe, frente a Bahamas,  a “océano abierto” por donde llegan periódicamente los huracanes. “Sí, pero estamos muy adentro de la península y aquí llegan sólo vientos, que pueden tener más o menos intensidad, pero que no provocan los destrozos que hacen en la costa”, nos cuenta Alfredo que trabaja en un club de polo a una hora al norte de Orlando, la opulenta ciudad de Disney.

“Desde el año 2000 y hasta el 2008 estuve viniendo a hacer la temporada, pero me volvía y trabajaba el resto del año allá, hasta que en el 2016 sufrí uno de los tantos robos de caballos y cuando me surgió esta posibilidad no lo dudamos un minuto. Ahora vamos para las vacaciones de verano, yo me quedo un mes, pero Vito y los chicos aprovechan con todo y se quedan todo el verano (nuestro)”, cuenta quien es el nieto del recordado “Golo” Azaro, quien dirigiera los destinos de Las Heras durante más de una década, siendo gratamente recordado por las generaciones mayores de herenses.

En The Villages, Alfredito, junto con otro argentino y un mexicano, se encargan de las caballerizas del The Villages Polo Club, donde se practica un deporte que no es de alta competencia, más bien recreativo, aunque hay torneos buena parte del año. “Trabajamos de lunes a lunes desde bien temprano. A lo mejor, a comienzos de semana (y cuando no hay torneos) es un poco más relajado, pero si no tenemos actividad todo el día. Victoria me da una mano terrible, porque no sólo se encarga de los chicos y todas las actividades que tienen durante la semana, sino que también me ayuda a mí. Es un trabajo de equipo”, nos cuenta en un alto en la tarea y mientras en el Club se intensifica el trabajo porque en poco tiempo más comienza la temporada más fuerte del polo por aquella zona.

Pese a ello y a estar trabajando en lo que para muchos puede ser un paraíso, los Azaro no ven la hora de subirse al avión y recalar por acá en nuestro invierno. Así es que desde junio a agosto son parte de la geografía herense aprovechando todas las actividades disponibles. “Les encanta el fútbol y cuando van allá son asiduos concurrentes a los entrenamientos o a la escuelita de San Miguel. Carlitos (Peola) y los chicos ya los conocen, así que se integran rápidamente y es como si no se hubiesen ido nunca”, explica el papá, asegurando que los tres disfrutan de sus estadías en Las Heras, casi tanto como lo hacen abuelos, tíos y primos que esperan ansiosos que lleguen para sus vacaciones.

Cuando le preguntamos por el futuro, Alfredo nos dice que, por ahora, están muy bien y seguramente seguirán en USA algunos años más, pero la idea no es radicarse definitivamente allá, sino regresar a la Argentina, posiblemente cuando los chicos ya sean un poco más grandes. “Las redes sociales nos permiten estar en contacto permanente y eso hace que la nostalgia no sea tan grande, pero toda la familia disfruta de sus vacaciones allá y los chicos están ansiosos varias semanas antes de tomar el avión para volver a Las Heras”, nos cuenta mientras se prepara para volver a las caballerizas para dar los últimos toques de la mañana.

Como aquella vez cuando le llevaron buena parte de sus caballos, la situación del país los impulsó a buscar alternativas fuera de nuestras fronteras, por lo que si eso se revierte, el regreso será más rápido de lo pensado, “de lo contrario habrá que seguir remándola desde la aquí, pero siempre con el corazón en Las Heras y con las ganas que se cierre la temporada para tomarnos el avión y volver a disfrutar de la familia”, nos dice Alfredo, mientras Victoria lleva y trae a los tres hermanos de la escuela a las múltiples actividades que tienen a diario. “Es nuestra remisera particular. Es un trabajo en equipo”, nos dice nuevamente y nos quedamos pensando en qué lindo sería que la situación del país mejorase para que nuestros jóvenes no estén pensando en irse y pudieran hacer realidad sus sueños, aquí, cerca de los suyos y de los afectos que, muchas veces, son el principal freno para que otros no cumplan con sus fantasías.