Todos conocemos a la empresa herense Las Quinas por sus exquisitas mermeladas, dulces o mieles. Pero desde hace varios años también tiene un lado cooperativista y de solidaridad que la hizo aún más conocida y que la convierte en una de las más prestigiosas de la región.
El gran mentor de todo esto es Ricardo Parra, quien en los últimos días selló un vínculo con la ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, para visibilizar a través de sus productos un sticker de “ponchos azules”, que es el elemento distintivo de la causa porque abriga, abraza y protege.
Para poner en contexto, ACNUR es una organización mundial dedicada a salvar vidas, proteger los derechos y construir un futuro mejor para las personas que se ven obligadas a huir de sus hogares debido a conflictos y persecuciones. Además brinda asistencia para salvar vidas, como alojamiento, alimentos y agua, ayuda a salvaguardar los derechos humanos fundamentales y desarrolla soluciones que garantizan que las personas tengan un lugar seguro al que llamar hogar.
El diseño del Poncho Azul creado hace pocos años busca reflejar tanto lo que representa para una persona tener que huir de su hogar, los afectos y los recuerdos que debe dejar atrás, como así también el llegar a un nuevo país, esa nueva esperanza y ese abrazo amigable que recibe.
Luego de un estudio minucioso, representantes de la ACNUR se comunicaron con Ricardo Parra allá por octubre del año pasado y recientemente estamparon la firma de un convenio de cooperación para dar a conocer esta causa con un sticker en las etiquetas de los productos de Las Quinas.
“Es la primera acción de este tipo que van a llevar a cabo a nivel mundial. Por eso elegimos uno de los distribuidores digitales (Semilla Viva) que tenemos para ver cómo funciona y después sí ampliarlo a los demás canales de venta. La ACNUR quiere que con el “poncho azul” de la etiqueta puedas ingresar con un QR a una web con la idea de que el consumir de Las Quinas pueda conocer esta historia de la ONU y hasta realizar una donación”, explica amablemente Ricardo Parra, en el parque de su empresa, ubicada en Pedrayes y Valerga.
Esta iniciativa sería una primera parte del convenio y se piensa poder alcanzar la segunda etapa, donde Las Quinas pueda lograr un proyecto con refugiados muy similar al que realizó con las mujeres de Akamasoa, donde la empresa herense, tras una capacitación en hidroponia, les compró la producción de frutillas a precio de mercado.
“Terminar firmando un convenio con la ACNUR o la ONU desde un emprendimiento de Las Heras es muy loco y más por la manera que se dio porque nosotros en ningún momento lo buscamos. Fueron ellos los que nos eligieron, así que no deja de sorprendernos”, cuenta Parra.
Esta campaña entre ACNUR y Las Quinas recién está en proceso y pronto podremos observar los frascos de mermelada con el sticker de “ponchos azules”, aunque también podemos llegar a ver reconocidas figuras que apoyen esta iniciativa.
“Que una organización como la ONU se fije en Las Quinas y lo vea como potencial partner para nosotros es un montonazo”, lo dice con orgullo. Y no es para menos.
