Nuevamente la Sociedad Italiana Víctor Manuel III fue la sede elegida para realizar la tradicional cena de los maestros en la que se homenajea a quienes acceden a su jubilación. En esta oportunidad fueron más de 20 los docentes de las cuatro ramas que han pasado a retiro.
Alrededor de doscientas personas le dieron un marco de gran colorido y alegría a este evento que se lleva a cabo desde hace más de 20 años y que, en cada edición, suma nuevos comensales merced al trabajo desinteresado y eficiente de una comisión organizadora que se va renovando de manera permanente, aunque hay quienes suelen estar décadas allí. Inclusive en la noche del jueves, Lorena Otamendi y Pichi Irigoyen, conductoras de la celebración invitaron a quienes quieran sumarse a la organización a hacerlo, ya que pretenden que todas las escuelas estén representadas.
Con un menú servido por una empresa de la ciudad de Navarro (Patricio Keane) que todos destacaron y la decoración del salón a cargo de la Casa de Angeles, minutos después de las doce de la noche comenzaron a entregarse las distinciones a los nuevos jubilados.
Cada uno de ellos tuvo que presentar un resumido curriculum de su paso por la docencia, lo que era aprovechado por las conductoras para preguntar de quién se trataba.
Una grata variante iniciada este año fue que dos bailarinas del ICHE que, previamente habían realizado una aplaudida presentación, se acercaban a las mesas y acompañaban al homenajeado.
Sobre el escenario recibían las distinciones de sus colegas y presentes de ambos sindicatos para sus afiliados, además del cariño de sus compañeros de tareas y, en muchos casos, de las familias que acompañaron en buen número.
Esta vez no se quedaban sobre el escenario (hubiese sido imposible dada la gran cantidad de jubilados), sino que volvían a sus lugares y cuando fueron premiados todos, regresaron para la esperada foto grupal que sirve de cierre para la ceremonia.
Aunque no para la fiesta que continuó hasta bien entrada la madrugada.
Generalmente la esperada cena se celebra la noche anterior al 11 de setiembre y a medianoche se produce el brindis y las congratulaciones mutuas, sólo faltó eso que volverá en las próximas ediciones Dios mediante, teniendo en cuenta que el año que viene el Día del Maestro caerá lunes y, seguramente, volverá a realizarse la cena el día viernes.
Los maestros, profesores, auxiliares y bibliotecarios (cuyos días se festejan todos en setiembre) fueron los grandes homenajeados de una noche con mucha magia, con gran confraternidad y millones de anécdotas y recuerdos.
